Jonathan, jugador de futbol paralímpico

“Dejamos de ser dos personas para convertirnos en una”. Guía paralímpico

El papel de las y los guías en el deporte paralímpico va mucho más allá de lo estrictamente deportivo: se convierten en un acompañante permanente de los deportistas y les ayudan en todo lo que necesitan, antes y después del entrenamiento o la competición. De esa interacción y cuidado constantes, y de la búsqueda por la coordinación perfecta, acaba surgiendo un vínculo invisible que trasciende al deporte y que también es clave para el cuidado de la salud emocional de los y las deportistas.

Sergio Rodríguez llevaba toda la vida jugando al fútbol como portero en equipos de Madrid, pero el fútbol para ciegos le pilló por sorpresa un verano de 2012 frente al televisor. España jugaba las semifinales contra Francia en los Juegos de Londres, se dio cuenta de que el portero si podía ver y lo tuvo claro, quería estar en esa portería. “Me encantó, hablé con mi padre y me puse a hacer llamadas y a escribir a todas partes”. Hasta que lo consiguió: Sergio es hoy el portero de la selección española de fútbol 5 para ciegos y hablamos con él unos días antes de volar hacia los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

Gemma León, Secretaria de la Federación Española de Deportes para Ciegos, nos explica que una buena parte de los y las profesionales que trabajan como guías llegan al deporte paralímpico como Sergio, por motivación y búsqueda personal. El resto, otra buena parte, llegan como “fichajes” de la federación. “Para nosotros lo fundamental que tienen que tener estos deportistas es un nivel deportivo equivalente al del o la deportista ciego, porque si no, o se van a ir muy de largo o van a ralentizar el desempeño del deportista paralímpico”, puntualiza Gemma.

“Enseguida entiendes que se trata de confiar y de que tu papel, en cierto modo, consiste en ser sus ojos en el campo”

Portero Paraolimpico con su guía

Sergio recuerda los inicios con la emoción de haber encontrado un lugar en el mundo. “El primer día reconozco que tuve miedo, pero enseguida entiendes que se trata de confiar y de que tu papel, en cierto modo, consiste en ser sus ojos en el campo, que se trata de darles todas las instrucciones que puedas para que lleguen a la portería contraria y que entre todos los estímulos sonoros tu voz es importante”, matiza.

La labor del portero en Futbol 5 va más allá de proteger la portería. Los jugadores no solo se orientan siguiendo el sonido del cascabel que lleva el balón, sino que también siguen las instrucciones del entrenador, de un guía que se sitúa en la portería contraria, marcando en los palos hacia donde tienen que chutar, y del portero de su equipo, que de alguna manera se convierte en los ojos de los jugadores y que continuamente va informándoles de la situación. “No es mejor portero el que más para, sino el que consigue que menos le tiren. Así que hay que guiar muy tranquilo y transmitir calma, fuerza e intensidad a la defensa”, explica Sergio.

Un vínculo que no se ve

Corredor paraolimpico con su guía

“Desde el primer día sentí que debía ser su apoyo en todo momento, no solo los segundos que estamos corriendo, en los entrenamientos, antes, durante y después de cada competición”.

Hace algo menos de dos años que Jonathan Orozco, corredor de atletismo con varias podios a sus espaldas, decidió prestar sus servicios como guía a la Federación Española de Deportes para Ciegos. Apenas unos meses después de empezar le encargaron la misión de ser el guía de la joven atleta paralímpica Alba García Falagán, quien con solo 19 años ya ha conquistado medallas muy importantes y que este año ha asistido, junto a Jonathan, a sus primeros Juegos Paralímpicos, consiguiendo un merecido diploma en los 200 metros lisos.

Corredor paraolímpico

Cuando le preguntamos a Jonathan qué es para él ser guía de una deportista como Alba, nos remite inmediatamente a ese vínculo constante entre guía y atleta. “Desde el primer día sentí que debía ser su apoyo en todo momento, no solo los segundos que estamos corriendo, en los entrenamientos, antes, durante y después de cada competición. Y de forma aún más especial cuando estamos de competición varios días fuera de casa, ahí más que nunca debes estar pendiente de que esté cómoda, relajada y se sienta bien”, explica.

No existe modalidad deportiva en la que la labor del guía se limite solo al terreno de juego o la pista de competición: el guía está ahí, apoyando, cuando el partido o la carrera termina, a la hora de comer o cuando toca ir a descansar. De esa interacción constante y de una búsqueda por la coordinación perfecta, acaba surgiendo también una relación personal que muchos guías encuentran muy difícil describir. El realizador Iker Esterbailanda lo ha llamado “El vínculo invisible” en un documental que estrenaba a principio del mes de julio en el canal de los Juegos Olímpicos y en el que, a través del testimonio de guías y deportistas de distintas partes del mundo, trata de trazar el recorrido de “una relación que trasciende el ámbito deportivo impulsado por la confianza, la amistad y el deseo inquebrantable de alcanzar la gloria Paralímpica”.

Para Jonathan ese vínculo personal surgió casi enseguida. “Esa parte ha sido muy fácil la verdad, tenemos muy buena relación dentro y fuera de la pista, incluso muchos días mis hijas que también practican atletismo, se vienen con nosotros a entrenar y eso hace que el vínculo sea aún más fuerte. La relación entre su familia y la mía es también fantástica y eso a los dos nos ayuda mucho, sobre todo en los momentos más difíciles, ya que los tenemos ahí apretando y animando”, añade.

Susana Rodríguez y Sara Loehr en una imagen del documental

Aprendizajes que van más allá del deporte

Los Juegos Paralímpicos fueron fundados por Sir Ludwig Guttmann, un médico judío que huyó de la Alemania nazi a Inglaterra, donde abrió un centro de lesiones medulares en el Hospital Stoke Mandeville. La primera edición de los Juegos de Stoke Mandeville -precedente de los Juegos Paralímpicos- se celebró el 29 de julio de 1948, con 16 soldados con lesiones compitiendo en tiro con arco y, ya en 1960, en Roma, pasaron a ser los Juegos Paralímpicos, con la participación de 400 atletas de 23 países.

El atletismo está presente desde esa primera edición de 1960 y en esta modalidad existen dos tipos de guías, los que salen a la pista durante las carreras, y los guías llamadores, que orientan a los deportistas en las pruebas de saltos y en los lanzamientos de disco y peso. Guía y deportista corren unidos de la mano por una cuerda que no puede ser elástica ni medir más de un metro y que, mucho más allá del material del que está hecha, funciona a base de una confianza plena entre ambos deportistas. La clave del éxito del equipo se basa en coordinar su capacidad física, pero también en una adaptación plena al otro. Como nos explica Jonathan: “Dejamos de ser dos personas para convertirnos en una sola”.

Para Sergio Rodríguez, el guardamenta de la selección española de Fútbol 5, el aprendizaje va mucho más allá del deporte. “Me enseñan a ver la vida de otra forma, a disfrutar más, te demuestran que una ceguera no te impide hacer cualquier cosa, tienen capacidades y habilidades diferentes para conseguir lo que se propongan y eso para mi si que ha sido un aprendizaje”.

Aunque el papel del guía ha sido esencial desde el inicio de los deportes paralímpicos, su profesionalización ha sido un proceso progresivo. Las Paralimpiadas de Londres, en 2012, fueron las primeras en las que los guías de atletas ciegos fueron galardonados con medallas, sumándose así a la lista de otros deportistas de apoyo que ya recibían el medallero, entre los que se encuentran los pilotos en los tándem de ciclismo, los porteros de fútbol como Sergio, los guías de esquí y los de boccia, deporte practicado por personas con parálisis cerebral muy severa, que necesitan de un asistente para lanzar la pelota.

Es difícil imaginar el proceso psicológico que atraviesan los deportistas guías en el momento de competir junto a los deportistas que acompañan. En el documental de Iker Esterbailanda queda perfectamente reflejado ese ejercicio constante de “ponerse el servicio del otro” para que pueda llegar a lo más alto. Para Jonathan Orozco, acostumbrado a subirse a los podios como deportista, ese cambio de perspectiva ha sido un regalo: “Yo siempre lo digo, no cambiaría ninguna medalla mía a nivel individual por las que hemos logrado Alba y yo juntos. Son mágicas, diferentes, especiales, su valor va más allá del color de la medalla o de lo logrado”.

Algunas claves para el cuidado de la salud emocional de las y los deportistas

Precisamente ese cuidado de los vínculos personales y emocionales, entender que la persona está por encima del deportista, es una de las claves que resaltan las y los psicólogos a la hora de cuidar la salud emocional de los atletas. “Como siempre les digo a los deportistas con los que trabajo, el deporte es una pequeña vida y hay que saber gestionarla lo mejor posible, entrenemos para ello y la vida te lo agradecerá”, explica Cristina Hill Bestard, psicóloga del equipo español de vela en los Juegos de Tokio, que obtuvo medalla de bronce en la categoría 470. “La salud mental es para siempre, la preparación deportiva no. Hay deportistas que solamente quieren trabajar el rendimiento, y no es la primera vez que rechazo trabajar con alguna persona porque solamente quiere centrarse en dicho aspecto y para mi el deporte no es solamente eso”, añade.

Bernardí Bibiloni

“El deporte es una pequeña vida y hay que saber gestionarla lo mejor posible, entrenemos para ello y la vida te lo agradecerá”.

Para Cristina la clave es que el deporte ocupe su lugar y que el resto de la vida siga ocupando el que le corresponde. “Cuando te rodeas de personas que dependen de resultados, estás en una burbuja y no te das cuenta de que solamente estás enfocando tu atención a una cosa”, argumenta. “Entonces la presión a la que un deportista se somete es brutalmente elevada y creando tal malestar que dejas de tener control sobre ti mismo. Cuando te acabas dando cuenta, estás tan lejos de la realidad que el golpe es muy grande. Yo personalmente, siempre intento que mis deportistas le den importancia a otros aspectos fuera del deporte”.

Para la psicóloga, además, el cuidado de la salud emocional tiene que implicar, no solo a los deportistas, sino a otras figuras clave del entorno. “En mi caso, la idea inicial es trabajar con los entrenadores, ya que son los encargados de estar día a día con el deportista. Me gusta formarle en los aspectos psicológicos que necesita y obviamente, tratar con el deportista, pero nunca sin el acompañamiento del entrenador. Conocer al equipo y ver qué aspectos deben potenciarse y qué aspectos deben disminuir o incluso eliminarse para mejorar el rendimiento. Aunque en esa forma de trabajar influye, claro, la importancia que le dé el entrenador a la psicología”.

Consulta el medallero de los Juegos Paralímpicos Tokyo 2020 en la página del Comité Español Paralímpico.

¡Bravo, atletas!

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