Perro cuidador

Mascotas, humanización hospitalaria y cuidados

Quienes conviven con una mascota saben que se establece una relación de cuidados recíproca. La interacción con animales produce un impacto favorable, tanto en el bienestar físico como emocional. No solo propician una actividad física diaria, como el paseo o el ejercicio al aire libre, sino que, en muchos casos, ofrecen cariño y compañía, ayudando a mitigar situaciones de soledad no deseada. Un estudio reciente de la Universidad de Konkuk, en Corea del Sur, ha demostrado, además, que abrazar, acariciar o jugar con un perro reduce el estrés y ayuda a mejorar la concentración y la relajación. Esta y otras investigaciones anteriores son la base sobre la que trabajan hoy en día muchos proyectos de humanización en el ámbito sanitario, que utilizan la Intervención Asistida con Animales (IAA) para cuidar de pacientes de áreas tan diversas como pediatría, oncología, salud mental o de personas que presentan un deterioro cognitivo. Hospitales y centros residenciales para mayores empiezan a habilitar también en muchos casos la visita o permanencia de mascotas junto a sus pacientes o residentes, dada su contribución a la mejora física y emocional de las personas de quienes cuidan.

Intervención Asistida por Animales (IAA) como herramienta de cuidados

Perro cuidador
Foto: Hospital Universitario 12 de octubre

Las relaciones y vínculos que se estableces entre seres humanos y animales tienen múltiples efectos beneficiosos en el ámbito emocional, físico y social. Por eso, en los últimos años se ha seguido esta línea de humanización que ha conseguido extender la Intervención Asistida por Animales (IAA) en áreas como la salud, la educación y la intervención social. Hospitales, colegios, juzgados, residencias de mayores o centros de atención a personas en riesgo de exclusión social han apostado por los animales como herramienta de soporte y cuidado emocional. A diferencia de otros programas, como los perros de asistencia para personas con discapacidad, donde los animales son específicamente educados para convivir y facilitar la autonomía de las personas con una discapacidad concreta (como es el caso de los perros guía de la Fundación ONCE), las IAA son diseñadas, realizadas y evaluadas por profesionales con el objetivo de una mejora terapéutica, social o educativa en la que se incluye la participación de animales especialmente seleccionados para cada proyecto.

La evidencia científica de los estudios realizados con relación al beneficio en los cuidados que pueden facilitar los animales ha hecho que, desde las universidades, hayan surgido grupos de investigación que han impulsado proyectos como la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. El objetivo de esta Cátedra, que comenzó su andadura en 2016, va más allá de la función docente y desarrolla y pone en marcha actividades y proyectos de investigación que difunden los principios del bienestar animal, estudia los efectos de la vinculación entre el ser humano y los animales y promueve la salud a través de programas innovadores en muy diferentes entornos como hospitales, centros educativos, centros penitenciarios o juzgados. Nuria Máximo, profesora y directora de la Cátedra, resalta el respaldo científico que ha supuesto el trabajo de la entidad para demostrar los beneficios que la terapia asistida con animales tiene en entornos como el hospitalario a través de algunos de sus proyectos de largo recorrido.

Mascotas al servicio de la humanización hospitalaria

“El equipo de ‘Huellas de colores’ lo conforman un equipo terapéutico formado por un perro, en este caso Zenit, una psicóloga y una terapeuta ocupacional, más todo el equipo profesional de médicos y enfermeras de este hospital”. Alba Palacios, pediatra en el Hospital 12 de Octubre.

Huellas de colores’ es uno de los proyectos impulsados por la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, en colaboración con la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica del Hospital Universitario 12 de Octubre en Madrid y las asociaciones Psicoanimal y Dogtoranimal. Su objetivo es reducir el dolor, el miedo y la ansiedad de los pacientes infantiles. Para lograrlo, no utilizan una medicina al uso, sino que lo consiguen a través de la terapia con perros que realizan visitas a los niños ingresados entre 3 y 18 años. Su labor de cuidados, cuyos resultados positivos han quedado demostrados a través de un estudio que publicó la revista European Journal of Pediatrics, ha recibido numerosos reconocimientos en los últimos años, entre ellos el ‘Premio a la mejor iniciativa que mejora los resultados en la salud de los pacientes desarrollada por profesionales sanitarios’ otorgado en el Foro Premios Afectivo Efectivo en 2019. “Para el éxito de este tipo de terapia es fundamental el trabajo en equipo, con personal implicado en todas las actividades de humanización y expertos en terapia IAA que guíen las sesiones y conozcan las necesidades de los animales”, explica Nuria Máximo, directora de la Cátedra.

Perro cuidador
Imágenes del proyecto ‘Huellas de colores’ en el Hospital Universitario 12 de Octubre e ‘InspiraGos’ en el hospital Vall d`Hebrón. (Fotos: Dogtoranimal y Cátedra Animales y Sociedad).
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Hospital
Imágenes del proyecto ‘Huellas de colores’ en el Hospital Universitario 12 de Octubre e ‘InspiraGos’ en el hospital Vall d`Hebrón. (Fotos: Dogtoranimal y Cátedra Animales y Sociedad).

 

El ámbito de la salud mental ha sido otro de los campos de trabajo que ha abordado el equipo de la Cátedra, que junto a la Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Hospital Infantil de Vall d’Hebrón y la asociación Perruneando han puesto en marcha el proyecto ‘InspiraGos’. Su objetivo es proporcionar a los niños, niñas y adolescentes ingresados un espacio de calma y contención emocional durante su estancia hospitalaria a través de la terapia asistida por perros. Por eso, además del personal sanitario del hospital y las guías caninas, el equipo está formado también por cinco perros: Musa, India, Xata, Odette y Opala.

La Clínica Universitaria de Navarra es otra de las entidades que ha apostado por la intervención asistida por animales para mejorar la experiencia hospitalaria de sus pacientes en colaboración con la Fundación Aladina y expertos en IAA de la asociación Mumkoa. Tanto en su sede de Pamplona, como en la de Madrid, la perroterapia está ayudando a reducir el dolor, disminuir el estrés y fortalecer el vínculo terapéutico. Marian Soteras, directora de Enfermería del Cancer Center, asegura que el juego con los perros reduce el nivel de ansiedad de los niños de oncología pediátrica y mejora su sentimiento de seguridad. Y, en casos más complejos, las sesiones individuales ayudan con el trabajo de expresión emocional, comunicación y control de la impulsividad de los pacientes infantiles.

La Intervención Asistida por Animales (IAA) es un proceso riguroso, dirigido por objetivos y respaldado por la ciencia, que hace una aportación significativa a los cuidados fomentando mejoras físicas, emocionales, sociales y cognitivas en las personas a través del poderoso vínculo entre seres humanos y animales. Desde aliviar la ansiedad en un niño ingresado en la UCI, hasta estimular la comunicación en pacientes con Alzhéimer, las mascotas no solo son cariño y compañía asegurada, sino que su figura está ayudando a humanizar los cuidados en espacios sanitarios, sociales y educativos. Un método innovador, basado en la afectividad y la empatía, a la que día a día se suman nuevas iniciativas en España y que, en paralelo por el respeto animal, irá creciendo con los años.

CP-548911. Octubre, 2025