Mujeres

Centro de Día Bermejales: cuidados, compañía y respiro familiar

Los primeros días le costaba porque todavía no conocía a nadie. Ahora le gustaría que hubiese centro de día también los fines de semana”.

Enca
Hija y cuidadora de su madre Encarna, de 86 años.

Viñeta

Encarna había vivido toda su vida en Jerez de la Frontera junto a su familia. Pero hace unos años, cuando su marido falleció con 93 años, su situación cambió. “Yo veía que se estaba deteriorando. Apenas salía de casa y aunque yo iba los fines de semana desde Sevilla a verla y llevaba comida, veía que no se estaba alimentando bien y que estaba muy sola”, explica su hija Enca.

Con 80 kilómetros de distancia por medio, a veces había situaciones que era complejo gestionar. Aunque gracias a las ayudas de la dependencia, Encarna contaba con una ayuda a domicilio durante unas horas al día y una persona que la acompañaba a pasear, los imprevistos a veces se producían cuando estaba sola en casa. “Un día me llamaron desde el servicio de teleasistencia para decirme que se había caído. No se había hecho nada, pero no podía levantarse, y yo estaba a 80 kilómetros. Avisé a un vecino que tiene llave para que fuese, pero la situación era insostenible”. Enca estaba preocupada por la situación de soledad no deseada cada vez más palpable que vivía su madre. Además, la ausencia de horarios y rutinas estaba afectándole también a sus horas de descanso. Muchos días pasaba las mañanas enteras en casa, sentada en el sofá y durmiendo, lo que hacía que por las noches le costase conciliar el sueño y se acostase tarde. Todas estas circunstancias incidieron negativamente en su bienestar físico y emocional.

Combinar los cuidados familiares con el Centro de Día

Enca y su marido decidieron entonces llevarse con ellos a Encarna a Sevilla unos días. Al final, los días se convirtieron en semanas y, después de hablarlo en la familia, consideraron que la mejor opción era que su madre se quedase a vivir con ellos. La familia, formada por el matrimonio y dos hijos adolescentes, arropó a Encarna en ese cambio. Contaba con los cuidados y el cariño de todos, pero las mañanas, mientras unos iban a trabajar y otros al instituto, volvían a ser tiempo de soledad para Encarna. “Ella en Jerez todavía contaba de vez en cuando con la visita de alguna vecina, o salía a hacer compra a sus tiendas de siempre, pero aquí no se atrevía porque le daba miedo perderse, y se pasaba las mañanas enteras en casa”, cuenta Enca. Fue entonces cuando pensaron en la posibilidad de buscar un centro de día donde pudiese pasar unas horas, conocer a otras personas de su edad y estar acompañada durante el día. El Centro de Mayores Bermejales de Sevilla, gestionado por la Fundación Doña María (FUNDOMAR), contaba con plazas disponibles y Encarna comenzó a asistir de lunes a viernes de 9 de la mañana a 5 de la tarde.

Ilustración: Cristina Durán y Miguel A. G

“Pensamos en el centro de día para que tuviese un horario y estuviese más acompañada”. Enca, hija y cuidadora de Encarna, de 86 años.

Los primeros días Encarna iba con cierta reticencia. “Es que no conozco a nadie…”, decía. El Centro de Mayores Bermejales une a las personas como Encarna, que asisten en la modalidad de centro de día, con los residentes que viven de manera permanente. Un total de 155 personas mayores comparten actividades, paseos y comedor. En este contexto, Encarna enseguida empezó a hacer amistades y a participar con ilusión en las actividades. Gimnasia grupal, juegos de estimulación cognitiva o musicales y salidas culturales, son algunas de las actividades de las que disfruta habitualmente. “Como ella está bien, no necesita de otros servicios más específicos de rehabilitación, como es el caso de otros residentes”, explica Ángela García, trabajadora social del centro.

Centro de Mayores FUNDOMAR Bermejales
Fotos: Centro de Mayores FUNDOMAR Bermejales

 

Aunque a Encarna el cambio al trasladarse de Jerez a Sevilla le costó, ahora se siente feliz de acudir al centro de día y disfrutar de la compañía de sus nietos, si hija y su yerno. Su familia la lleva con frecuencia a pasar fines de semana a su casa de Jerez para que pueda seguir manteniendo el vínculo con sus amistades y vecinas de siempre. Enca ve cómo disfruta su madre de esas visitas, pero también de regresar con ellos a Sevilla y a su rutina actual. “Fíjate que ahora me dice que, si no puedo venir a recogerla al centro a las 5, que no pasa nada, que ella me espera allí tranquilamente. Está encantada”, comenta Enca.

Un apoyo para el respiro familiar

Durante el verano, la familia disfruta de dos semanas de vacaciones en julio y en septiembre. En las primeras, toda la familia se traslada a una zona de playa cercana donde comparten ese tiempo con amigos y familia. Encarna no es muy dada a bajar a la playa, pero disfruta esos días de las comidas familiares y de los encuentros con sus amistades. Sin embargo, cuando el septiembre pasado la familia organizó unos días de viaje al norte, ella prefirió no ir. “Hablé con ella y le ofrecí que buscásemos a una persona que viniese esos días a casa con ella, pero ella prefirió la opción de quedarse en el centro al que va todos los días, que tiene esa opción de estancias temporales de respiro familiar, porque ya conocía a todo el mundo”, comenta Enca. La experiencia fue un éxito y recientemente repitieron cuando la familia organizó unos días de viaje a Italia para visitar al hijo mayor de Enca, que ha estado realizando una estancia Erasmus el último curso escolar. En ambas ocasiones, Encarna ha compartido habitación con otra residente y la experiencia ha servido para estrechar lazos de amistad. “Yo siento mucha tranquilidad al poder dejar aquí a mi madre porque sé que está contenta, se relaciona con todo el mundo y está bien cuidada”, insiste Enca.

“Encarna ha pasado recientemente unos días en el centro en modo residencial. Como ya conoce el espacio y a todas las personas que trabajan aquí, es una experiencia más fácil para ella”. Ángela García,trabajadora social del Centro de Mayores FUNDOMAR Bermejales

El caso de Encarna no es el único. El Centro de Mayores Bermejales acoge con frecuencia en su formato residencial a través de los programas de respiro familiar a personas mayores que acuden al centro de día cuando sus cuidadores familiares necesitan desplazarse unos días fuera de casa, atender cuestiones personales o médicas, o disponer de un tiempo de descanso y autocuidado. Otra situación habitual que suele darse es la de personas mayores que necesitan durante un tiempo cuidados especiales o rehabilitación; como sucede, por ejemplo, cuando alguien sufre una rotura de cadera y su casa no cuentan con las adaptaciones necesarias para ese periodo de recuperación.

Cuidados profesionales al servicio de las personas

El Centro de Mayores Bermejales de FUNDOMAR cuenta con un conjunto de profesionales sociosanitarios que se ocupa de todos los cuidados médicos, físicos y emocionales que necesitan los mayores que residen o acuden diariamente al centro. FUNDOMAR es, además, colaborador del programa de Becas Cuidopía, un programa que impulsa Johnson & Johnson para apoyar la formación y la integración laboral de personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social. María, que anteriormente había trabajado en hostelería y ayuda a domicilio, es una de ellas. En 2023, tras completar su formación teórica gracias a una Beca Cuidopía y realizar sus prácticas en el Centro de Mayores de Bermejales, comenzó a trabajar allí como profesional de los cuidados. Como ella, más de 300 personas han obtenido ya el Certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes, titulación necesaria para trabajar en centros de días y residenciales como el que gestiona FUNDOMAR en Sevilla.

Tiempo de respiro

Los programas de respiro familiar como las estancias temporales en residencias de mayores, ofrecen un espacio de descanso a las personas cuidadoras y a quienes están a su cuidado. Conoce más historias y experiencias personales como la de Encarna y su familia a través de nuestra campaña 'Tiempo de respiro'.

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Guía Cuidopía de respiro familiar

Consulta las entidades que ofrecen programas de respiro para personas cuidadoras en tu Comunidad Autónoma, además de los trámites que debes realizar para solicitar estas ayudas.

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CP-525456. Junio. 2025