Nos inspiran
Personas y proyectos que están consiguiendo que hablemos de cuidados en todos los ámbitos: familiar, sanitario, social, cultural, público... Cuidopía te invita a descubrir la sociedad de los cuidados a través de su mirada.
Personas y proyectos que están consiguiendo que hablemos de cuidados en todos los ámbitos: familiar, sanitario, social, cultural, público... Cuidopía te invita a descubrir la sociedad de los cuidados a través de su mirada.
El duelo es un proceso natural que se produce tras la experiencia de una pérdida. Este cambio supone un tiempo de adaptación que cada persona vive de una manera distinta. Tanto en entornos familiares como profesionales, quienes ejercen los cuidados pueden experimentar cambios físicos y emocionales que es importante conocer e identificar. El apoyo y el acompañamiento de las personas más cercanas, o de profesionales sanitarios si fuese necesario, es fundamental para poder afrontar y superar el duelo. ‘Decir adiós’, la nueva unidad de Escuela de Cuidados, explora la gestión emocional del duelo a través de la historia de Paula, Óscar y Natalia, quienes experimentan el duelo como hijos y cuidadora profesional, respectivamente. La unidad ofrece también los consejos de personas expertas para el acompañamiento emocional durante estos procesos.
Itziar y Gorosti son las profesoras del Aula Hospitalaria del Hospital Universitario Cruces de Bizkaia. Su aula está en la quinta planta del hospital, la de Pediatría. Pero también en cada habitación donde un niño o niña ingresado debe permanecer aislado o en el Museo Guggenheim y ABAO, la Ópera de Bilbao, colaboradores del Aula Hospitalaria. Aquí no hay curriculum fijo, todo se adapta cada día en función de cada niño, de las pruebas médicas que necesite o de cómo se encuentra física y emocionalmente. Lo más importante, dicen estas profesoras, es poner al niño en primer lugar. Porque un niño es niño antes que paciente.
La madre de la fotógrafa Sofía Moro (Madrid, 1966), fue fotógrafa antes que ella. Pero cuando sus padres murieron y tuvo que hacerse cargo de sus ocho hermanos, vendió sus cámaras y sus bártulos de revelado y se dedicó a cuidarles. Después se casó y siguió cuidando, pensando que algún día podría compartir con su hija este maravilloso oficio. Tuvo siete hijos y, como recuerda Sofía, “siempre había un hermano pequeño en casa y nunca tuvo tiempo de enseñarme”.
“Yo ya acepto que no me van a curar, pero me costaría aceptar que no me van a cuidar", decía el doctor Albert Jovell, firme defensor de la humanización en la salud. Su experiencia como médico y paciente le sirvió para desarrollar todo un pensamiento encaminado a mejorar el sistema sanitario de cara a hacerlo más humano y eficaz. En esa necesaria tarea de fomentar la humanización se encuentra también Mª Rosario Cabello, profesora de Medicina de la Universidad de Málaga e impulsora de una asignatura centrada en valores que tiene la enorme responsabilidad de formar a los futuros profesionales sanitarios.